Das fronteiras
12:27
Transfiro para este post uma reflexão de Fernando Manero no seu blog "Campos Abiertos":
«Cuando desaparece la frontera, no desaparece todo. Permanecen los restos de lo que en otro tiempo fue lugar de trueque y de discontinuidad, de cambio y de ruptura. La relación ahora es fluida, nadie la controla, el tránsito se desenvuelve como si nada ocurriera, normal e ininterrumpido, uniendo espacios que en otro tiempo se miraban e ignoraban a la vez. Hay quienes las echan de menos, pues a sus expensas siempre afloró el negocio que paradójicamente nadie controlaba. Línea de rigor y de informalidad al tiempo. Pero no son la mayoría. La mayoría se desentiende de ellas, se muestran satisfechos porque ya no es necesario el pasaporte, porque les da sensación de libertad y les ahorra tiempo. Pero eso sí: siempre, aunque furtiva, casi sin darse cuenta y de soslayo, hay una mirada que se detiene en los testimonios residuales de una realidad que en otro tiempo nos mostró que a uno y otro lado las cosas eran diferentes, a veces demasiado.»
Achei-o pertinente principalmente depois de ter escrito os últimos posts acerca do galego e da lusofonia.
É isto que nos obriga a não deixar de questionar a linha ténue que nos obrigamos a traçar e que distingue o que nós entendemos por desejável e o que é a realidade. A linha ténue da indistinção entre a utopia e o real, entre os valores que se querem universais, mas que se diluem, muitas vezes ao ponto de se tornarem insignificantes, na luta diária, num mundo real.
De facto, às vezes convenço-me de que a verdade é, efectivamente, momentânea e localizada.
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